A un paso de la ciudad, kilómetros de dorada arena, los manjares más saboros del mar y el olor a sal en el ambiente.
A unas 2 horas y media de Marrakech, por la carretera, se encuentra la ciudad de Essaouira. La carretera no está del todo mala y es fácil de localizar el destino, ya que es una de las ciudades costeras más importantes de Marruecos.
Vista de la fortificación de Essaouira desde el puerto de Sqala
Tendrás que conducir por la N-8 hasta Chichaua y desviarte por la R207 hasta llegar a la ciudad costera de Essaouira. Puedes ver un resumen del trayecto en carretera en Via Michelin.
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Essaouira
Esta ciudad fortificada de casas encaladas en blanco absoluto y con puertas azules invita a pasear y respirar cargado de sal del Atlántico.
La ciudad se compone de varias Kasbah (o alcazabas, que es una fortificación dentro de la ciudad que se usaban para proteger a las autoridades de la ciudad) al sur de la ciudad, la medina y varios barrios que se fueron creando alrededor de esta.
Te sorprenderá su puerto pesquero, que fue referencia en todo el reino marroquí, con sus barcas pintadas de color azul como el océano en el que flotan. Al sur de la ciudad, junto al Boulevard Mohammed V, se encuentra la playa más conocida de Essaouira, la playa de Taghart, donde te podrás dar un baño que refresque el calor de los meses más cálidos.
Essaouira se ha convertido en cuna de los artistas de todo Marruecos y son abundantes los artesanos joyeros ubicados en el barrio judío.
A finales de junio tiene lugar un importante festival de música que lleva celebrándose desde 1998 y que es el festival musical más importante de Marruecos, el Gnaoua (ver página oficial del festival, en francés).
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